Si tu relación de pareja está pasando por
un mal momento, si las cosas están que se rompen y sientes que es tu culpa…
No te culpes, no es tu culpa.
En todo caso, es de ambos, la relación es cosa de dos. No te castigues más, libérate de la carga de la
culpabilidad y perdónate a ti mismo.
Sonríe, tienes una nueva oportunidad de
arreglar lo que esté roto, háblalo y lucha por lo que quieres.
Toda relación pasa por malos
momentos…
En demasiadas ocasiones somos duros con nosotros mismos y nos culpamos de todo lo que sale mal en nuestras relaciones.
En demasiadas ocasiones somos duros con nosotros mismos y nos culpamos de todo lo que sale mal en nuestras relaciones.
Cuando una relación está pasando por malos momentos, nos comemos
el coco pensando que “quizás, si hubiésemos hecho esto o eso otro, las cosas
serían diferentes”… Nos viene a la cabeza ocasiones en las que podíamos
haber actuado mejor, dicho otras cosas y reaccionado de forma diferente… es como
si nos echáramos en cara no ser perfectas cuando eso es algo que nadie puede
pretender serlo.
Cuando una relación de pareja pasa por dificultades, no
es sólo por tu culpa, no te culpes por ello.
¡No es tu culpa!
Intentemos dejar los pensamientos negativos a un
lado, tratar de ver la vida con mejores ojos, aprender a soltar la cuerda
invisible que tenemos con la persona, aprender a olvidar, aprender a perdonar…
El perdón empieza por uno
mismo, por perdonarnos para poder perdonar.
Cuando una relación se rompe, una oportunidad
surge.
Cuando las cosas van mal siempre nos asusta la posibilidad de quedarnos otra vez solas; es normal, no tiene que ser un problema o un motivo de tristeza para ti, al contrario es una nueva experiencia, una nueva vida que debemos aprender a vivir y así se debe tomar: cerrar un ciclo para empezar por otro.
Cuando las cosas van mal siempre nos asusta la posibilidad de quedarnos otra vez solas; es normal, no tiene que ser un problema o un motivo de tristeza para ti, al contrario es una nueva experiencia, una nueva vida que debemos aprender a vivir y así se debe tomar: cerrar un ciclo para empezar por otro.
-No es por ti, es por los
dos.El hecho que la relación no funcione no es tu
culpa, en todo caso es de las dos partes, pues siempre hay dos personas
y cada uno tiene que hablar de sus errores. Por ello, jamás des por finalizada
una relación sin antes hablar con tu pareja.
-Antes de romper…
¡habla!
Quizás de todo de lo que te culpas, no es nada más que la falta de comunicación.
Quizás de todo de lo que te culpas, no es nada más que la falta de comunicación.
Llevar bien una
relación de pareja nunca es fácil, pero si tienes ganas salir adelante
con tu pareja, empieza por aceptar que somos humanos, por lo tanto
estamos llenos de errores y defectos, que nadie tiene la culpa de nada, que sólo
hay que aparcar el orgullo, dejar salir el sentido común y hablar. No todo tiene
porqué ser tan negativo.
Mira la vida con amor, con esperanza, con un corazón lleno de
nuevas ilusiones, que puedes darle la vuelta a tu vida; siempre deja un espacio
en ti para que entre la buena predisposición de echarle gana a la vida.
El amor y la continuidad de seguir con la misma
persona que escogimos libremente es lo nos debe dar fuerzas para
empezar de nuevo.
Cada día es nuevo, y llega con una nueva oportunidad.
No cierres la puerta a la felicidad, cuando hay cariño y respeto todo puede suceder.
No cierres la puerta a la felicidad, cuando hay cariño y respeto todo puede suceder.
Las relaciones rotas no son culpa de una sola persona sino de
dos, no te sientas mal y líbrate de esas cadenas… y trata de retener lo que ya
tienes en tu vida.
© Autor: Shoshan.
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