jueves, 20 de octubre de 2011

Si yo muero antes de tí,


Si yo muero antes de tí, házme un favor:
Llora cuanto quieras, pero no pelees con Dios por haberme llevado.
Si no quieres llorar, no llores.
Si no consigues llorar, no te preocupes.
Si tuvieras que reír, ríe.
Si algunos amigos contaran algún hecho a mi respeto,
oye y añade tu versión.
Si me elogiaran demasiado,
corrije la exageración.
Si me criticaran demasiado, defiéndeme.
Si me quisieran hacer un santo,
sólo porque morí,
demuestra que yo tenía algo de santo,
pero estaba lejos de ser el santo que me pintan.
 Si me quisieran hacer un demonio,
demuestra que yo tal vez tuviera algo de demonio,
pero que la vida entera yo intenté ser bueno y amigo.
Espero andar con Él lo suficiente
 para continuar siendo útil, 
 allá donde esté.
Y si se tiene que escribir algo sobre mí,
di sólo una frase:
 - "Fue mi amigo, creyó en mí y me quiso más cerca de Dios"
Ahí, entonces derrama una lágrima.
Yo no estaré presente para enjugarla,
pero otros amigos harán eso en mi lugar.
Y, viendome bien sustituido,
iré a cuidar de mi nueva tarea en el cielo.
Pero, de tarde en tarde,
dá una espiadita en la dirección de Dios.
No me verás, pero yo me quedaré muy feliz viendote.
Y, cuando llegue tu momento de ir hacia el Padre,
ahí, sin ningún velo que nos separe,
vamos a vivir, en Dios,
la amistad que aquí nos preparó para Él.
¿Crees en estas cosas?
Entonces ora para que nosotros vivamos
como quien sabe que va a morir un día,
que muramos como quien supo vivir derecho.
Amistad sólo tiene sentido
 si trae el cielo más cerca de la gente
y si inaugura aquí su comienzo.
Pero, si yo muero antes de tí,
creo que no voy a extrañar el cielo...
 
"Ser tu amigo... ya es un pedazo de él..."

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